Como cada año, los cadetes de V año del Liceo Aeronáutico Militar protagonizaron una de las experiencias más emblemáticas de su formación: el tradicional ascenso al Cerro Champaquí, en la provincia de Córdoba. Este evento, que se llevó a cabo desde el martes 29 de octubre hasta el viernes 1 de noviembre, no solo fue una prueba física, sino también un desafío que reforzó los valores fundamentales de la institución.
El jefe de cuerpo de cadetes vicecomodoro David Salas fue quien encabezó la delegación, junto al jefe del Escuadrón Instrucción, oficiales, suboficiales y personal docente del instituto, quienes brindaron su apoyo en todo momento. Este tipo de actividades, que requieren de esfuerzo y solidaridad, buscan fortalecer los lazos de camaradería entre los futuros oficiales de la reserva, un aspecto clave en su desarrollo como líderes.
El ascenso al Champaquí, el pico más alto de la provincia de Córdoba, simboliza el compromiso, la perseverancia y el trabajo en equipo. Los cadetes, al enfrentar juntos los desafíos del terreno, demuestran día a día cómo estas vivencias contribuyen al sentido de pertenencia, a la creación de un fuerte vínculo con la institución y con sus compañeros. El sacrificio físico y mental requerido en esta travesía les permite no solo superar límites personales, sino también aprender a apoyarse mutuamente y trabajar en conjunto para lograr objetivos comunes.
Este tipo de actividades es vital en la formación integral de los cadetes, ya que les enseña a ser resilientes, responsables y a poner en práctica los principios que los acompañarán a lo largo de su carrera como oficiales de la Fuerza Aérea. A través de esta experiencia, los cadetes del Liceo Aeronáutico Militar no solo refuerzan sus habilidades técnicas, sino también el sentido de identidad, lealtad y compromiso que define a la institución.