Tuvieron que pasar exactamente 30 años para que nuestro querido Mirage M-IIIC que se encuentra colocado en una de las esquinas de la plaza de armas Abanderado Grandoli, volviera a recuperar su esquema original y su identidad.
A veces dicen que lo bueno se hace esperar y que los sueños están para cumplirse y pueden tardar también. Para quien creció amando los aviones entenderá a la perfección estas palabras.
El domingo 16 de diciembre culminó un sueño que tenía desde hace 24 años cuando era cadete de V Año perteneciente a la Promoción 16 de nuestro instituto. Y ese sueño era darle la identidad a nuestro Mirage, hacer su puesta en valor llevándolo a su esquema original tal cual arribo al país desde Israel. Que vuelva a tener colocada su matrícula C-715 en la tapa de tren de nariz. Y que de esta manera sea motivo de orgullo y respeto; aunque no hay participado de la guerra de Malvinas este mismo perteneció a un escuadrón emblemático de la IV Brigada Aérea en Mendoza: “El legendario Escuadrón 55”, “Fe, Prudencia y Coraje” bautizado así en honor a los 55 héroes de la institución que dieron sus vidas por recuperar nuestras islas Malvinas.
En conjunción con ex directores y con el Director General de Educación se procedió a conseguir los dos tanques suplementarios de 1300 lts que se trajeron desde la VI Brigada Aérea en Tandil para darle un carácter más operativo. Luego vendría colocar su esquema de pintura camuflado, sus líneas idénticas a las mismas que había utilizado en servicio en la Fuerza Aérea Argentina. Y por último colocarle todos los detalles por medio de esténcil con la incorporación a lo último de su escudo de escuadrón.
Todo este accionar de trabajo mancomunado se realizó en conjunto con personal del Liceo Aeronáutico Militar, del Área Material Río IV y por la colaboración de padres de cadetes actuales, Paloma Gargallo de la Promoción 43 y Santino Micino de la Promoción 41 más un egresado de la Promoción 16: Alférez de la Reserva Ezequiel Rubén Martel Barcia.
Arrancando a principios de diciembre se procedió a lijar para dejarlo listo para su etapa de pintura que vendría después. Finalizada la misma, el martes 12 comenzó la etapa final: colocación de esténcil y posterior pintado. Cada uno fue colocado milímetro por milímetro en cada lugar. Habiendo arrancado a las 9 am, finalizamos nuestra actividad a las 17 pm con la satisfacción del deber cumplido y haber trabajado en equipo en pos de la institución a la cual respetamos y a la memoria de su personal.
Relato: Alf. De la reserva Ezequiel Martel
