En horas de la mañana del día de hoy, viernes 10 de junio, se llevó a cabo una ceremonia en el patio interno General San Martín, con motivo de la donación del uniforme que perteneciera al héroe de Malvinas Mayor (PM) Rubén Héctor MARTEL.
Sus familiares donaron al Museo Pedagógico Aeroespacial de nuestro instituto el uniforme de servicio del aviador caído en combate durante el Conflicto del Atlántico Sur.
Ezequiel, el hijo menor de Martel y egresado de nuestra casa de estudios, se dirigió a los presentes con unas palabras muy emotivas que conmovieron a la audiencia.
Las prendas serán exhibidas en la Sala Malvinas de nuestro museo.
Posteriormente, el Jefe de Cuerpo de Cadetes, Comodoro Víctor Antonio Pérez Españón, junto a la señora Mónica Vázquez, hermana del héroe de Malvinas Teniente (PM) Alfredo Jorge Alberto Vázquez, realizaron el descubrimiento formal en la Sala Malvinas de una pintura realizada por Alberto Nassivera, talentoso artista plástico muy comprometido con la causa Malvinas.
Semblanza
Rubén Héctor Martel nació el 12 de abril de 1947 en Reconquista, provincia de Santa Fe.
Desde los 4 años manifestó su vocación hacia la aviación motivado por la carrera de su padre en la Fuerza Aérea.
Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Industrial de Temperley.
Ingresó a la Escuela de Aviación Militar en el año 1966 cumpliendo así el sueño largamente acariciado desde su niñez.
En su paso por la EAM se destacó en Esgrima y Tiro, obteniendo repetidos triunfos en torneos interfuerzas.
Su egreso fue una fiesta para toda la familia que lo acompañó en ese día manifestándole su orgullo y cariño.
El 30 de octubre de 1970 se casó con Elisa Barcia. Tuvieron tres hijos, María Laura, María del Pilar y Ezequiel.
Con el llamado de la patria, aquel 1° de Junio de 1982, cuando la Tripulación del Comandante Rubén Héctor Martel, de 34 años, recibió la orden fragmentaria 2258, la “Misión del Loco”: Recorrer con el Hércules TC-63 de la Fuerza Aérea Argentina cuatro puntos entre el Continente y las Islas Malvinas para identificar posiciones de la flota inglesa.
La tarea era de máximo riesgo, de ahí su nombre. El avión tenía que volar al ras del mar con todos los comandos apagados, hasta ascender bruscamente en determinadas coordenadas y prender los equipos. En altura debía recoger información y después volver a descender.
Tras un primer intento de despegue el Hércules partió esa mañana desde Comodoro Rivadavia con dirección a Malvinas. A Martel lo acompañaban su Copiloto, Carlos Krause, el Navegador Hugo Meizner y los Suboficiales Julio Lastra, Manuel Albelos, Miguel Cardone y Carlos Cantezano.
El TC-63 completó los tres primeros puntos sin inconvenientes. Eran invisibles a los radares ingleses y entre sus Tripulantes había “silencio de radio”, nadie hablaba. Pero al llegar al último objetivo, el radar del Buque HMS “Minerva” los detectó. Dos Harriers ingleses piloteados por el Jefe del Escuadrón 801, Nigel Ward y su Segundo, Steve Thomas, se lanzaron a la búsqueda del Hércules.
Con los cazas al acecho, en la cabina de Rubén Martel se prendió una luz de alarma. “IFF encendido, estamos en emergencia” fue la última comunicación que transmitió el comandante Martel por radio.
Ubicado detrás del Hércules, Ward lanzó dos misiles: El primero cayó al agua y el segundo impactó en el ala izquierda, entre los dos turbohélices, justo arriba del tanque de combustible. Pero el Avión Argentino no cayó al agua hasta que el Piloto inglés dio su tiro de gracia, descargó la corrida de 245 proyectiles de 30 mm y destruyó el empenaje del Hércules. Los siete Tripulantes argentinos fallecieron en el acto cuando el Avión se desintegró en el agua.
